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Roloctubre 2021 – Relato participante “Cazasueños”
Roloctubre es un evento narrativo de Rol en Casa. Hay dos formas de participación: en narrativa escrita y en narrativa oral (en video). El plazo de inscripción es hasta el 15 de octubre del 2021.
Este es un relato enviado para participar. Te invito a leerlo por completo, pues es parte de la narrativa de la comunidad. Si te gusta, comparte el artículo en tus redes o déjame un comentario donde lo hayas visto publicado.
¡Espero también participes!
Cazasueños – Relato de Roloctubre
Joseph agarró su bitácora, la guardó debajo de su almohada y procedió a vestirse con el uniforme de los cazasueños. Acarició a su compañero gatuno, Mittens. Un gato rescatado en el gimnasio que logró mantenerse a su lado durante el entrenamiento.
El entrenamiento estaba llegando a su punto más culmine. Los días se sentían más largos y el cuerpo ya pasaba factura. Pero todo era por una noble causa.
El proyecto cazasueños consta de algo simple. Eliminar los malos sueños de las personas. Y para ello se contrata a agentes cuya especialización es acabar con estos problemas.
Joseph era uno de sus reclutas. Un joven prometedor con gran sentido del deber.
“Quedan 3 días para la prueba final. Una vez terminen ya van a ser de nosotros”. Decían los tutores.
A Joseph se lo veía mucho más entusiasmado que el resto del tiempo. Sabía que estaba cerca.
El entrenamiento físico constó de una emulación de pelea en vivo con armas blancas. En este lugar si te hieren estas en desventaja, asi que juegan con tu mente para que evites lastimarte generando un constante impulso de adrenalina en el cuerpo. Le llaman “el deseo del superviviente”. No todo el mundo puede explotarlo, pero los que llegaron hasta acá, todos pueden.
Joseph decide al terminar el entrenamiento ir a caminar por el complejo. Quería buscar algo de comida para mittens, que ya se le estaba acabando cuando dio la casualidad que vio a dos tutores conversando. Decidió poner oído en alerta a la conversación. “Quizás podría ser algo del examen final”. Pensó.
-Todavía no encontramos un sujeto que sirva?
-Sabes que es difícil encontrarlo para que el jefe esté feliz con el resultado
– Pero nos queda poco tiempo para la prueba final. Sin el sujeto no hay prueba.
– Lo se lo se. Pero esto se nos va de las manos.
Joseph, al escuchar la palabra” sujeto de pruebas” quedó algo anonadado. ¿Harían la prueba con un ser humano? Sería la primera vez para cualquiera entrar en la mente humana.
Optó por seguirlos. Su curiosidad fue más fuerte que él. Quizás sabría más información sobre la prueba.
En un momento los tutores entraron en un cuarto.
Joseph en el tiempo que estuvo nunca se percató de aquel cuarto. Como si algo impidiera que lo reconozca. Decidió entrar también.
El cuarto estaba oscuro. Reinaba un olor particular a óxido. Un olor que le resonaba entre sus memorias pero que no lograba identificar. A medida que avanzaba el olor se hacía más y más intenso. Casi que era lo único que entraba a sus fosas nasales.
Empezó a sentir un chapoteo al caminar. Como el agua estancada cuando llueve mucho en el gimnasio. “Si, quizás sea eso”, pensó Joseph.
Finalmente se choca con algo como si de una bolsa grande de boxeo se tratase. Pero su tacto era distinto.
De un momento a otro la luz se enciende. Joseph ahora puede ver claramente. Joseph ahora puede identificar el olor que tanto invadía su mente. Aguantando las ganas de vomitar, presencia a un cuarto pintado en sangre, donde las vísceras son parte del escenario y los cuerpos colgados de seres humanos están como decoración habitual. Pero no solo había seres humanos, también animales. Entre los cuales logra reconocer el particular collar azul de su gato. En un cuerpo ya deformado de tantos agujeros que tenía.
Joseph intenta gritar pero no puede. No puede moverse. El miedo lo invade.
Sus latidos se vuelven cada vez más intensos y le cuesta respirar. Ve dos figuras que se acercan a él y se desploma en aquel suelo ensangrentado mientras siente cómo ingiere ese líquido viscoso en el suelo.
“Son las 4:25 am. Nuevamente no pude dormir adecuadamente”, exclama Joseph.
“Ya no sé cuantas noches han pasado. Cuánto tiempo llevo durmiendo tan poco. Siento que cada vez es menos. Y las pesadillas son cada vez peores”. Es lo que resuena en su mente mientras trata de levantarse de aquella cama triste ubicada en una habitación totalmente desordenada.
Mientras tanto, una cámara lo enfoca:
“Joseph, un joven cuya consciencia ya no está lúcida. Que depende de pastillas para dormir. Que disocia la realidad del sueño, finalmente. Se volvió el perfecto muñeco de pruebas”.
Autor Lucas Gabriel Kerbs
*Este texto se crea para el evento narrativo Roloctubre de Rol en Casa. Por favor no reproducirlo ni copiarlo, es una creación original de un miembro de la comunidad.