Historias de Rol
Karma Police: un desvío inquietante en The Electric State RPG
“Karma Police” adapta The Angel in the Machine, una inquietante aventura inicial de The Electric State RPG sobre carretera, memoria y tecnología rota.

Una carretera que recuerda más de lo que debería
Hay viajes que se hacen por necesidad. Otros, por costumbre. Y están los que comienzan cuando algo en la carretera te pide devolverte, pero aun así decides seguir.
Ese es el espíritu de The Electric State RPG, el juego de rol inspirado en la obra de Simon Stålenhag, donde la nostalgia noventera convive con un país quebrado tras la guerra civil y con una tecnología abandonada que parece observar, susurrar o incluso soñar.
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En esa mezcla de melancolía y ciencia ficción deteriorada aparece The Angel in the Machine, la aventura que adapté para el canal en dos sesiones cortas.
La llamé “Karma Police” porque esta historia —como la canción— vive de culpas que regresan, máquinas que parecen sentir, y decisiones pequeñas que pesan más de lo esperado.
El origen: The Angel in the Machine
En el libro, The Angel in the Machine se presenta como uno de los escenarios diseñados para mostrar el tono del juego.
No funciona como tutorial ni como combate inicial. Es más bien un llamado silencioso, extraño y profundamente emocional.
El libro describe este módulo como un encuentro contenido dentro de un tramo de Pacifica donde:
- algo tecnológico ha sobrevivido más de lo que debería,
- alguien ya está pagando el precio,
- y los Viajeros llegan justo cuando la situación comienza a desmoronarse.
No hace falta pelear para sentir el peligro.
No hace falta correr para sentir urgencia.
Lo que define esta aventura es una presencia difícil de nombrar: un concepto que no debería estar ahí, respirando dentro de un cuerpo de cables y metal.
Como pasa en The Electric State, no hay héroes asegurados. Solo decisiones, consecuencias y un ambiente que se mete bajo la piel.
Un escenario pequeño con emociones enormes
La fuerza de The Angel in the Machine está en su escala íntima:
un pedazo de carretera, una estructura abandonada, un espacio donde la memoria pesa más que el polvo.
El libro lo describe como una localidad acotada: lo suficientemente amplia para perderse en la narrativa, pero lo bastante cerrada para que cada decisión tenga eco. Allí se cruzan:
- recuerdos que incomodan,
- restos de tecnología militar,
- personas que resisten como pueden,
- y un silencio que parece pedir ayuda sin emitir sonido.
Sin recurrir a grandes giros, la aventura deja claro lo esencial:
en The Electric State, la carretera también es un personaje.
Y a veces, uno que no tiene claro si quiere cuidarte o juzgarte.
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Cómo tomó forma “Karma Police”
Para el canal, transformé el módulo en algo más concreto:
dos sesiones de dos horas, suficientes para entrar en la historia, involucrarse y salir distintos.
“Karma Police” conserva el espíritu del escenario:
- una entidad tecnológica fuera de lugar,
- vínculos rotos o incompletos,
- decisiones que duelen,
- y un silencio que dice más que cualquier personaje hablado.
La estructura del módulo permite esa adaptación. No obliga a seguir un camino único; deja espacio para que la tensión aparezca de manera natural.
Eso fue lo que lo convirtió en una elección perfecta para un 2-shot: claro para empezar, profundo para quedarse.
The Electric State no busca héroes. Busca viajeros que aún creen que el camino lleva a alguna parte… aunque no sepan cuál.
Una parada que deja marca
The Angel in the Machine demuestra que este juego avanza no por la acción frenética, sino por lo que revelan los silencios y por la inquietud que produce encontrar algo que no debería existir.
“Karma Police” es mi forma de llevar esa sensación a una mesa virtual: dos sesiones breves donde carretera, tecnología y culpa se entrecruzan para mostrar por qué The Electric State RPG es uno de los juegos narrativos más evocadores de los últimos años.
Si quieres asomarte a este mundo —o si te atrae la melancolía eléctrica de Stålenhag— puedes ver las dos partes.
El viaje es corto, pero la sensación dura más de lo esperado.